Las pistas del Sr Morton
- Rafael Alfonso (Texto y fotos)
- 25 jul 2016
- 2 Min. de lectura
Para desarrollar su primera dirección escénica desde Oaxaca: El insólito caso del señor Morton, Rodrigo Hernández ha reclutado a un interesante grupo de jóvenes talentos oaxaqueños, emanados en su mayoría, del Cedart Miguel Cabrera. Éste proyecto ha cumplido ya con su temporada de estreno que llegó a su fin éste domingo en La Locomotora Foro Escénico.
El insólito caso del señor Morton, es la visita que el autor teatral mexicano Martín Zapata, hace al universo del cine negro y su iconografía. El submundo en cuestión se ubica en un edificio de departamentos, escenario del inexplicable asesinato del Sr. Morton, lugar plagado de los ingredientes que a hacen tan atractivo al género negro: misterios por resolver, tabúes sexuales, decadencia moral del protagonista, violencia extrema y femmes fatales. El complejo caso policial, escrito en clave de comedia, es tomado por el (casi) famoso detective Otto Morgan que investiga el insólito crimen, con un método poco convencional, pero muy efectivo. Como sucede en toda novela negra la víctima, aunque clave para la resolución del misterio, suele desdibujarse a favor de la personalidad del investigador y de los demás personajes que guardan las pistas que éste requiere para resolver su acertijo.
Para esta aventura Rodrigo Hernández apuesta por elementos minimalistas en la escena y en apoyos de luz especular, un vestuario y una música que nos remite de inmediato a los años 30’s y 40’s (el tiempo de los clásicos del género). En cuanto a la actoralidad, están bien presentes los elementos del teatro físico. Sobresale agradablemente en esta propuesta la dirección de los jóvenes cedartianos que son capaces de sacudirse las inflexiones y cantados recurrentes en la escena estudiantil, y que se da con más frecuencia cuando los muchachos se encuentran en un proceso formativo institucional y sus edades no están lejos de la adolescencia. Este logro es mérito tanto del director como del cuadro de actores que ha sabido asumir, pese a su edad, el reto de una puesta en escena profesional. Para los jóvenes actores la elección de la obra es en extremo afortunada, ya que la comedia permite medir de manera inmediata el interés del público a través del aplauso y de la risa, en El insólito caso del señor Morton ambos están presentes. La inclusión del director de la obra dentro del elenco se hace con discreción de manera que no desentona con sus jóvenes dirigidos.
Mención aparte merece el trabajo protagónico de Tavo Lastra (como el detective Otto Morgan) que lleva a cuestas hora y media de trabajo escénico echando mano de todos los recursos actorales a su alcance y de su cada vez más apreciada experiencia. El trabajo de Tavo Lastra da cohesión y en muchos casos dicta el ritmo de la obra ejerciendo el liderazgo que se espera de un actor profesional que asume el papel protagónico, recibiendo por ello el reconocimiento de sus compañeros de escena. Al final de la función se nos informa que la respuesta favorable del público motiva una ampliación de temporada a todos los domingos de agosto.
El insólito caso del señor Morton, de Martín Zapata, Dirección: Rodrigo Hernández. La Locomotora Foro Escénico, julio de 2016, Oaxaca, Oax.
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