Sobre "Firmemos la Paz"

Con una producción de Espejo Escénico, el apoyo de la SECULTA y el Teatro Macedonio Alcalá, se presenta en Oaxaca un espectáculo de varietés en el sótano del teatro más emblemático de la ciudad. Desarrollado a lo largo de un año, el espectáculo es, a decir de Espejo Escénico, el “resultado de largas tertulias que no eran precisamente con un tecito o un cafecito, sino con un buen mezcal.” El espectáculo cuenta con la participación de cuatro mujeres, dos de ellas actrices de larga trayectoria, Lucina Rojas y Liliana Alberto; y dos cantantes: Isis Orozco y Georgina Saldaña. Pero eso no es todo, el equipo ha contado también con el apoyo nada más y nada menos que de los dos cerebros de Idiotas Teatro, Fernando Reyes y Cristian David, este último como director. En términos escénicos la colaboración entre ambos equipos ha sido afortunada, pues el espectáculo no solo logra entretener y divertir al público (lo cual no es poca cosa, aclaro), sino que la generosa actuación de las artistas resulta entrañable y el público sale satisfecho del teatro.

El director aprovecha las características y las habilidades particulares de sus actrices y logra conjuntar un sólido equipo de trabajo. El resultado es un espectáculo equilibrado en el que no se notan las carencias que podrían esperarse de las actrices por un lado, como de las cantantes, por el otro.

Resulta destacable la actuación de Lucina Rojas quien hace un despliegue de muchas de sus habilidades como actriz, pues no solo la vemos bailar y cantar haciendo un derroche de energía y vitalidad, sino también hacer recitados en alta velocidad sin demérito de la dicción. Por su parte, Liliana Alberto interpreta en clave clownesca y acertadamente a un personaje atolondrado que de hecho constituye el hilo que integra los números de la varieté, pues si bien se trata de la experiencia (sexual) de los cuatro personajes, el de Liliana destaca por ser el menos espabilado al principio y en quien al final el crecimiento y la liberación es más evidente.

“Firmemos la Paz” es, como su nombre lo indica, un espectáculo que busca la conciliación y la paz no sólo entre hombres y mujeres, sino entre todas las personas, lo cual es de llamar la atención en un país que se distingue más por el “ni perdón ni olvido” que por la búsqueda efectiva de la paz y la conciliación, y en un medio teatral que tiende a enfocarse en los aspectos más cruentos de la vida nacional, solo por el prestigio de lo serio, pero que no ofrece alternativas ni novedades.

Por otro lado, hay obras como “Rosa de dos Aromas” que tuvieron (y todavía tienen) un efecto terapéutico, liberador, que sirvieron positivamente para superar conflictos. “Firmemos la paz”, creo, participa de la misma voluntad.