Entrevista a Agustín Meza

En abril de 2016, Agustín Meza se hizo presente en la ciudad de Oaxaca para impartir un módulo- taller correspondiente al Seminario de Teatro Oaxaqueño organizado por la SECULTA. En aquella ocasión tuve la oportunidad de entrevistarlo y el resultado es el presente texto. Durante nuestra plática me anticipaba la intención de llevar a cabo un montaje en Oaxaca, como la sede SUR del proyecto La Rosa de los Vientos. Las fotografías que ilustran esta entrevista corresponden a dicha puesta en escena: Aproximación al interior de una ballena, basada en la obra de Ángel Hernández. Idea, concepto y dirección: Agustín Meza. Música original, Steven Brown - Tuxedomoon. Elenco: Bernardo Gérman, Katia Elnecave, Rosario Sampablo, Xavier Lara y musicalizando en vivo, Steven Brown. 7 y 8 de octubre, 20:00 hrs. Centro de las Artes de San Agustín, San Agustín Etla, Oaxaca. Producción: Compañía de teatro El ghetto.

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Entrevista

Tengo mucha curiosidad por saber cuál fue tu rito iniciático dentro del teatro.

Hay una anécdota importante, que casi nunca cuento. Yo tuve un encuentro con Julio Castillo, y Julio Castillo, cómo sabrás, en sus ratos libres se perdía en el alcohol. Un día, allá por las calles del centro histórico en el DF, él se acercó a mí para pedirme un cigarro, y yo sin saber quién era él. No sé que vio entonces el maestro y me dijo: “Quizá tú no sepas quién soy pero yo sí sé quién eres” y solamente me dijo: “Termina lo que no voy a poder terminar” le di el cigarro y me dije “¿pos qué onda con este teporocho?” y como dos semanas después aparece la nota de que había fallecido el maestro Castillo y ahí fue cuando vi su foto y dije: “Ese fue el Señor que hace unas semanas me pidió un cigarro”. Yo considero ese momento, esa experiencia como una iniciación.

Varios artistas dan cuenta de un fenómeno comunicativo que trasciende al lenguaje. ¿Cómo has vivido esta experiencia en tus puestas en escena?

Pues ése es nuestro trabajo Te voy a contar una anécdota: hace mucho tiempo, arreglando mi cuarto, me encontré con mi primer boleta de calificaciones del kínder, todo normal MB y todo, y cuando la volteó, veo que en la boleta había una observación del maestro (que no era educadora, era educador) decía que yo tenía problemas de comunicación, que me comunicaba de "otra manera", entonces me cayeron los veintes. “¡Sí!– dije-, este cabrón le dio al clavo” y yo con el tiempo descubrí que el arte, el teatro en este caso, era el medio en el que yo me tenía que desarrollar, que, a pesar de que hay palabras, en el arte el vehículo es la poética. Creo que es a través del lenguaje poético en escena, que no necesariamente es la palabra, donde yo encuentro mi lugar en el mundo.

Si buscáramos un hipotético lenguaje universal que le permitiera a un actor desempeñarse aquí, y en cualquier otra parte del mundo ¿de qué estaría compuesto ese lenguaje?

Los maestros siempre nos hablaron de que la unidad en el teatro es la acción como a la música el sonido, como el color y la forma lo son a la pintura; pero yo creo que sí está en esa palabra, en la acción; pero creo también que en la acción hay un montón de elementos. Yo creo que el más importante es la emoción. Es muy chistoso porque hay periodos de tu vida en el teatro en el que le apuestas más al teatro de imágenes, al teatro físico, al teatro de palabras, pero yo creo que el más importante de todos ellos es el de la emoción, de hecho Margules define al teatro como un centímetro cúbico lleno de 100 toneladas de emoción.

Y ya que mencionaste al maestro Margules ¿A quiénes consideras tus cómplices en el desarrollo de tu carrera teatral?

Creo que realmente mi gurú se llama Mario Balandra un extraordinario actor del D.F. formador de actores también, y de ahí ha habido un montón de encuentros notables con distintas personas, no solamente a nivel físico. Obviamente yo aprendo mucho del público, aprendo mucho de mis alumnos, de mis maestros, de lecturas, de gente que ni siquiera conozco físicamente; por ejemplo, el cine me ha marcado, ha sido un gran referente, también toda la literatura, todo lo que sea una reflexión sobre el quehacer escénico.

Hay dos elementos muy importantes: la infancia, ahí está todo, y el preguntarte en dónde estás en este momento en el mundo, cuáles son tus preguntas, tus búsquedas, qué es lo que quieres, no solamente en el teatro, sino de la vida. Eso es lo que me mantiene vivo, con expectativas. Son muchos los elementos que te impulsan y de los que aprendes,

¿Ha llegado el momento en que tu relación con el público te llega a conmover?

Sí, definitivamente. Brook tenía toda la razón: para que se dé el fenómeno teatral se necesita de un espacio vacío y un ser humano que cruce y otro ser humano que observé, si no están ninguno de estos elementos no existe teatro y generalmente en la formación profesional el elemento que menos estudiamos es el del público, pero desde hace mucho tiempo ha sido un gran enigma; y creo que todos los ejercicios, todos los ensayos, toda la búsqueda que tiene que ver con el trabajo, son un regalo al público, todo se reduce a una gran necesidad por ofrendar o regalar algo y de eso se trata el arte, de darse a alguien especial, y ese alguien especial es el público es la comunicación que se establece, más allá de las palabras la conexión es con el público, con la vida, con el hombre, por eso hacemos teatro.

¿Qué papel juega en el teatro que creas esta búsqueda de lo espiritual?

Por lo menos en el mío, es lo esencial, es el objetivo. Yo no soy una persona religiosa y tampoco voy a misa ni nada, pero sí, en estos 42 años alrededor del sol dando vueltas como loco, lo más trascendente que yo he encontrado es la expresión artística desde la escena, porque a través de esta experiencia he encontrado una forma de crecimiento personal a nivel humano y también a nivel espiritual. Yo creo que te vuelves mejor ser humano a través del trabajo.

Uno de los resultados de reconocer a un creador escénico, es que su nombre va aunado a una poética propia que ha podido desarrollar, verificar y modificar a lo largo de su carrera. Cuéntame cómo aparece este concepto de Teatro de la Tersura.

Apareció hace mucho, y uno va percibiendo las señales a lo largo de la trayectoria. Yo definiría que todo el tiempo he estado montando la misma obra y seguiré montando la misma obra, sólo que cada una refleja tu contexto y tus necesidades actuales, por ejemplo, cuando yo monté Woyzeck yo tenía la edad de Woyzeck, 30 años, y cuando cumplí 30 años me dije este es el año de Woyzeck . Cuando monté Godot vivía a la espera. Tú en realidad no escoges los textos o los proyectos, es la necesidad quien lo hace. Hacer teatro es igual que ir con el psicólogo, es el teatro el que te dice que eres la cura, ¿quieres superarte? enfrenta estos demonios. Pienso que he intentado al principio hacer de todo, como dicen los maestros: “Quieres hacerlo como Stanislawsky, lo quieres hacer como Antonin Artaud, luego lo quieres hacer como Grotowski, luego como Barba, luego lo quieres hacer como Brook, como Margules”, hasta que ahora decidí hacerlo como Agustín Meza y había que ponerle un nombre, se llamaría así, de la tersura, así definiría mi teatro como algo muy delicado, muy simple, muy suave, muy tierno. Uno prende la tele y se encuentra la sección de noticias la sección de deportes la sección de cultura, en fin, así el teatro es diverso: didáctico, de revista, contestatario, comercial, hay teatro de todos los tipos. Yo no sé dónde entraría lo que yo quiero hacer, pero lo único que te podría decir es que no es ni una innovación, porque encontraremos también a lo largo del arte alguien que habrá hablado desde ese concepto, pero creo que la característica más importante en este tipo de teatro es la unidad, el acto de amor, aunque suene así como bien cursi, y desde allí hacer una revolución, desde ahí violentar, incendiar los corazones, comunicarte con el público, pero sí me gusta que sea (como decía Soda Stereo) “suavemente”.

La siguiente pregunta quizá nos saqué de los terrenos de lo suave y de lo terso. Ante las barreras presupuestales que enfrentan todos los creadores escénicos ¿Cómo has vivido estas barreras y cómo las has superado?

Yo en verdad, las agradezco. Mira todos venimos del barrio, son muy pocos los casos de creadores que nacieron en la burguesía y están acostumbrados a eso, uno viene desde abajo, igual que Martín Acosta, igual que Villarreal, igual que casi todo el mundo, y resulta que cuando tienes las condiciones a favor solucionas las obras con dinero y entonces te traes al mejor actor, rentas el mejor teatro, llamas al mejor iluminador, pero en verdad que el teatro no se hace con dinero, ni con el objetivo de sacar dinero; yo creo que el objetivo es el teatro y el teatro se hace con el corazón, cómo lo digo en las clases, "con la gente que tiene hambre" y el teatro es bien chingón, bien generoso, y el teatro hace lo mismo que el mar con los muertos, el muerto apesta y el mar lo saca, igual el teatro; el teatro saca a los que no deben estar en el mar del teatro y se quedan los que deben estar. Yo creo que la gente de verdad está aquí por el teatro y no hay barreras. Brook, Anne Bogart, Finzi Pasca, se las vieron duras y debieron picar piedra, trabajar horas/hombre. Cuando hay esa verdad y ese trabajo de filigrana, tarde o temprano el gobierno o la iniciativa privada te va a llamar, es una carrera de paciencia. Ese es el gran secreto, como dijo una compañera actriz, “Mi abuelita decía tres grandes verdades: la primera, la paciencia; la segunda, la paciencia, y la tercera, la paciencia”. Entonces no es un tema que me preocupe, obviamente sí, ese presupuesto es de nosotros el problema es como lo administra el gobierno y las instituciones.

Me puedes contar tus experiencias con los teatreros de Oaxaca.

Mira, hay algo en Oaxaca y siempre lo digo en los cursos, talleres, seminarios y diplomados: a mí lo que me atrae es la magia que no encuentro por ejemplo en la Ciudad de México. Está en el cielo, está en la tierra, está aquí esa magia. Hay mucha vida y obviamente ha sido un estado que se las ha visto negras sobre todo en el ámbito escénico, y por ello el próximo proyecto del Sistema Nacional, que espero que me lo den (si no me lo dan lo voy a hacer de todas maneras), es venir el primer año al sur con la sede aquí en Oaxaca a dirigir teatro; el segundo año es lo mismo, pero en el norte del país con sede en Tampico, y el último año en el centro del país, donde yo vivo, que es en Querétaro. Son puntos donde yo me he movido durante los últimos tres años y por algo empiezo aquí y creo que estoy empezando con el pie derecho. Yo veo una gran necesidad del gremio por tener una correspondencia, porque haya este tipo de seminarios y demás actividades, de que el gobierno suelte el presupuesto, y de que vengan directores, no solamente yo, a realizar un movimiento de resistencia a favor del teatro, del estado y de los creadores. Tengo muchas ganas de ver ese florecimiento aquí en este estado Pero va a costar por lo menos dos años y aquí andamos.