top of page

La critica y la tos

  • Joel Bulnes
  • 3 sept 2015
  • 2 Min. de lectura


Es verdad que un crítico puede ser un tipo odioso. También es cierto que, por lo general,el crítico actúa como un aguafiestas. Tampoco se puede negar que existen muchos críticos amargados en el mundo y que muchos de ellos se valen de sus críticas para desquitarse de algo o de alguien. El mismo Jorge Ibargüengoitia, según se dice, se volvióel crítico más temido del teatro mexicano después de haber sido ignorado por su maestro Rodolfo Usigli. Y sin embargo, la crítica es necesaria.

El papel del crítico consiste precisamente en “aguar” las fiestas que de otro modo celebraríamos despreocupadamente porque en nuestro medio tenemos una gran inclinación a escuchar sólo “el canto de las sirenas”, es decir, los halagos, y en cambio solemos subestimar otros indicios más sutiles pero que podrían ser tan valiosos como una crítica bien elaborada. Casi siempre pasamos por alto el hecho de que los halagos son, en realidad, lo único que podemos recibir después de una función. Una crítica hecha inmediatamente después de un espectáculo sería en, primer lugar, muy desagradable en términos de sociales. Sería muy descortés, estaría fuera de lugar. El final de una función es el momento para los abrazos y las felicitaciones por el esfuerzo que todo trabajo implica. En segundo lugar, una crítica en estas condiciones estaría muy mal organizada,sería confusa o demasiado emocional, porque el crítico no habría tenido tiempo suficiente para elaborar sus ideas ni para justificarlas.

La crítica es un ejercicio sosegado, de reflexión, y que obliga al crítico a disponer de al menos un par de horas de su vida para organizar sus ideas en un escrito. Dos horas que bien podría dedicar a otras cosas, como por ejemplo a descansar en su sillón favorito, lo cual, hay que agregar, le traería menos problemas. Desde esta perspectiva, no es poca la generosidad de un crítico. Por otro lado, a un crítico le toma aproximadamente el mismo tiempo escribir una crítica desfavorable que una crítica favorable, en el caso de que estas últimas tengan alguna razón de existir, porque como dije en la parte de arriba, no creo que la labor del crítico consista en halagar, esa es una labor que corresponde a los amigos y a los parientes.

Por otra parte, me parece que se suele exagerar el impacto de una mala crítica. Recuerdo, por ejemplo, un cuento de Patrick Suskind que se llama “La atracción de la profundidad” que trata precisamente sobre el impacto destructor de una crítica negativa en la vida de una pintora joven. Por fortuna, la gente del teatro dispone, si desea escucharlas, de otras señales muy claras que indican que un espectáculo ha fracasado. Darío Fo, en su libro Manual mínimo del actor dice lo siguiente: “No se imaginan lo que significa la tos...es peor que los silbidos y los pataleos. Cuando los espectadores empiezan a toser puedes cortar por lo sano y dejar de actuar.” Lo cual, para un arte como el nuestro que, nos guste o no, depende del público, equivale a afirmar que un ataque de tos en el público es aun peor que la crítica más desalentadora.

3 de septiembre 2015


 
 
 

Comments


© 2023 by Closet Confidential. Proudly created with Wix.com

  • b-facebook
bottom of page